El placer de disfrutar de una taza de té va más allá de su sabor y aroma, también
se trata de la temperatura a la que lo consumimos. Mientras que algunas personas
prefieren las tisanas frías, otras optan por las tisanas calientes. Ambas opciones
tienen sus pros y contras, y la elección entre una u otra depende en gran medida
de las preferencias personales. A continuación, exploraremos los beneficios y
desventajas de tomar tisanas frías o calientes.
Las tisanas frías son una opción refrescante, especialmente durante los días
calurosos de verano. Las tisanas frías son una excelente opción para mantenerse
hidratado durante los días calurosos. Pueden ser una opción deliciosa y
refrescante para reponer líquidos y aliviar la sed.
Al preparar una tisana fría, los sabores de las hierbas y especias se intensifican.
Puedes experimentar sabores más pronunciados y refrescantes en comparación
con las tisanas calientes.
Las tisanas frías suelen ser bajas en calorías, lo que las convierte en una opción
adecuada para aquellos que buscan reducir la ingesta de calorías o mantener una
alimentación equilibrada.
Sin embargo, también hay algunos contras para tener en cuenta: aunque las
tisanas frías son refrescantes, pueden tener menos propiedades curativas que las
tisanas calientes. La temperatura baja puede afectar la liberación de ciertos
compuestos beneficiosos presentes en las hierbas y especias.
También, algunos estudios sugieren que la absorción de ciertos compuestos
beneficiosos del té puede ser menor en las tisanas frías en comparación con las
tisanas calientes. Esto se debe a que la temperatura baja puede disminuir la
capacidad del cuerpo para absorber ciertos nutrientes.
Las tisanas calientes también tienen beneficios como: mayores propiedades
curativas, debido a que el agua caliente ayuda a liberar los compuestos
beneficiosos de las hierbas y especias, lo que puede tener efectos positivos en la
salud.
El calor de las tisanas calientes puede ser reconfortante y relajante, especialmente
durante los días fríos o cuando se busca una bebida reconfortante antes de dormir
y esta temperatura puede ayudar a una mejor absorción de los compuestos
beneficiosos del té, lo que puede potenciar sus efectos en el organismo.
Si hubiera una desventaja de tomar tisanas calientes, podríamos nombrar el riesgo
de quemaduras en la boca o en la garganta si no se espera a que la bebida se
enfríe lo suficiente antes de tomarla. También podemos mencionar que en climas
cálidos puede resultar incómodo beber una tisana caliente. En conclusión, ambas
opciones tienen sus pros y contras y la que elijas dependerá de tus preferencias.
